La empresa social “Algramo” nació en Chile en el año 2013 con el objetivo de combatir el alto costo de los productos básicos para la población de bajos recursos. Su fundador, José Manuel Moller, buscaba crear un negocio rentable, pero también sostenible y con un impacto social positivo.
El emprendimiento de Moller fue innovador, ya que desarrolló un sistema de ventas de productos básicos a granel, con la particularidad de que los clientes solo pagan por la cantidad exacta que necesitan, evitando los sobreprecios de los empaques tradicionales. Además, los productos se venden a través de dispensadores que utilizan una tecnología inteligente que permite el reciclaje de los envases, disminuyendo el impacto ambiental.
La actitud emprendedora de Moller y su equipo se refleja en su compromiso con la sociedad, ya que Algramo ofrece sus productos a precios más bajos a las comunidades más vulnerables y trabaja en conjunto con diversas organizaciones sociales para asegurar que los productos lleguen a quienes más lo necesitan.
Este enfoque innovador y comprometido ha llevado a Algramo a expandirse a nivel internacional, con operaciones en países como Colombia y Estados Unidos. También ha sido reconocido con varios premios y distinciones, como el premio a la innovación social del Banco Interamericano de Desarrollo.
El caso de Algramo demuestra que la actitud emprendedora puede tener un fuerte impacto social y ambiental positivo, y que es posible crear negocios rentables y sostenibles al mismo tiempo. Emprendimientos como este son inspiradores para otros emprendedores y una prueba de que la innovación y el compromiso social pueden ir de la mano en el mundo empresarial.
